Urraca plagiaria (Cotorra Trucata) 8/9/2003


Huyendo de la Grulla Mandarín, este ave, casi idéntica a la urraca común, ha invadido las ciudades, donde es fácil verla en los antepechos de las ventanas, burlándose de los habitantes de la casa con su voz atiplada que imita a la perfección la de los niños, por lo que se han dado casos de precipitarse éstos al vacío entre las carcajadas del ave. No obstante, su principal habilidad consiste en la repetición de poemas, lo que ha provocado que se hayan otorgado importantes premios a poetas que habían terminado su intervención en actos literarios, antes de darse cuenta los asistentes de que la recitadora era en realidad la Urraca. Dado el interés del poeta por ocultar el hecho, en muy pocas de estas ocasiones ha sido sorprendida y menos capturada, pero cuando lo ha sido se habla de fabulosas cantidades pagadas en secreto por ciertos divos del verso para hacerse con el animal, rumoreándose que algunos recitales de aquéllos estaban amañados, siendo los poemas más aplaudidos obra de la Urraca. Lo vulgar de su aspecto, junto a su parecido con la urraca común, la salvan de ser enjaulada entes de poder adquirir el suficiente dominio de sus singulares habilidades, lo cual, como es claro, sería una pérdida irreparable para ciertos autores.