Nativo de las grandes llanuras, el área de distribución de este pequeño pájaro abarca todo el planeta literario, siendo el único que ha atravesado los mares del globo como polizón, contemplando en actitud desdeñosa los esfuerzos de las aves migratorias en sus largos vuelos oceánicos, al decir de los marinos que fueron sus primeros observadores y los que llamaron sobre él la atención de la comunidad científica. De color parecido al del gorrión y similar viveza, se ha observado que el engañabobos, como también se le conoce en la península ibérica, visita con frecuencia los nidos de otros pájaros, siempre durante los momentos en que la madre lleva el alimento a sus crías. Situado frente a ella, deposita algunos montones de pequeños cantos, briznas de paja, etc... Luego señala alternativamente con la cabeza los diversos montones consiguiendo que la víctima repita sus movimientos y finalmente pique uno de ellos, lo que Gurriatus Habilissimus aprovecha para, con la velocidad del rayo, abandonar el nido llevándose lo que la pájara destinaba a sus hijos. Es muy prolífico pero, sin embargo, no se le puede mantener en cautividad, pues si se lo coloca con otros pájaros, éstos aprenden a conocer el engaño, y la desconfianza del Trilero hacia todo lo que no pueda procurarse por sí mismo con las maniobras descritas le impide aceptar otros alimentos. Si sus compañeros de jaula son de la misma especie, se matan unos a otros a picotazos.
