Serpiente arborícola (Crotalus rampantis) 15/8/2003


Este taimado animal es el más odiado cazador de toda clase de pequeños animales del bosque, a los cuales acecha en todos los lugares con alguna vegetación, donde es prácticamente invisible dado su mimetismo. Utiliza su silbido para, aprovechando la sorpresa de sus víctimas, devorarlas antes de que tengan tiempo de reaccionar. A pesar de su extrema voracidad, se ha observado en ella un cierto criterio en la selección de sus presas, que suelen ser las que por uno u otro motivo se distinguen de sus congéneres, habiéndosela visto desdeñar grandes concentraciones de pájaros y sin embargo atacar a uno aislado. Meditando sobre el fenómeno y teniendo en cuenta que las grullas y cigüeñas son ocasionales depredadoras de Crótalus Rampantis, el gran ornitólogo Pajarovsky sostiene la hipótesis de una asociación con Cuellilargus Canónicus e incluso con Cicogna Emérita para la captura de otras aves señaladas por éstas, aunque dicha teoría no ha podido ser demostrada. No es venenosa y se ha dicho que, si lo fuera, no quedaría un solo animal vivo en el bosque literario.