Sirena obesa (Piscis Canoris) 11/7/2003


Este singular animal es mitad pez, mitad mujer.Llega a pesar tonelada y media, a causa, sobre todo, de sus tetas descomunales, y es relativamente frecuente en las entradas de los puertos, donde antes intentaba cautivar a los marineros con sus soporíferos cantos y actualmente se dedica a los turistas, asomándose a las bordas de las embarcaciones, para que éstos manoseen sus pechos y poder así arrastrarlos al mar, donde les gusta practicar el sexo con ellos, antes de depositarlos en la orilla.A estos efectos, algunas sirenas tienen su parte de mujer de la cintura hacia abajo, a la inversa de sus compañeras, y , entre unas y otras, organizan con sus víctimas orgías subacuáticas que dejan a estas últimas en estado de extremo piramiento.Consta en la Odisea que Ulises tuvo que ser amarrado al palo de su barco para no sucumbir a sus canciones, pero, como puede verse, los tiempos han cambiado y sus encantos también, aunque no por ello son menos efectivos, dado que quienes sucumben a ellos pasan el tiempo maturbándose y soñando felaciones y toda clase de proezas eróticas, en uso de una libertad inspirada por lo que ellos mismos llaman “literatura erótica divinizada”, la cual es la única capaz de impedir que el mundo perezca bajo la bota del pensamiento asexuado.Debido a estas peculiares características, la sirena obesa no existe en los acuarios, pero aparece con cierta frecuencia en los programas televisivos