Petirrojo gritón (Petirrojus Agrafus) 2/5/2003


Este vistoso pájaro, con su pecho cardenalicio y su curiosa capucha color turquesa, encubre su incapacidad para cantar melodías coherentes con la emisión de agudos trinos, destinados a llamar la atención sobre su atractivo aspecto, haciendo olvidar el resto de sus características. Acostumbra robar los huevos de otros animales, que amontona en su nido y, una vez lleno éste, el Petirrojo se yergue con una magnífica pose, destinada a realzar su imagen ante las cámaras de televisión, e inicia sus estridentes conciertos. Terminado el periodo de incubación, los huevos se rompen con resultados impredecibles, pues se han descrito todo género de aves e incluso se recuerda el caso de una serpiente que devoró inmediatamente a su progenitor. A pesar de ello, el Petirrojo cuidará de sus retoños como si de verdaderas crías se tratase, y los abandonará únicamente cuando observe que nadie lo mira. Si algún ornitólogo desvela su secreto, el Petirrojo piará desde otra rama, con aspecto doliente, e iniciará un torpe vuelo, simulando encontrarse malherido, con la finalidad de atraer a los espectadores a lo más profundo del bosque y excitar su compasión, haciéndoles olvidar el incidente.