Correcaminos (Patilargus Velocissimus) 1/8/2003


Esta elegantísima e inquietísima ave, pariente muy próxima del avestruz, está siempre en movimiento, dirigiéndose de un lugar a otro con la velocidad del rayo, pues su aguda inteligencia y su exacerbada sensibilidad impiden que ninguno la satisfaga lo suficiente como para permanecer en él más allá de algunos segundos. Existen diversos géneros, de los que aquí mencionaremos al Picorrojo (Videns Daltónicus) y al Maligno (Avechuchus Malignus). El primero todo lo ve del color de su pico, lo que le ocasiona una terrible frustración vital, pues no puede comprender que los demás animales vean otros colores, ni menos aceptar sus reacciones ante ellos. Dada su conflictiva relación entre él mismo y el mundo, cree siempre que el equivocado es el segundo, lo cual es frecuentemente cierto, pero también frecuentemente lo conduciría al desastre de no salvarle la extraordinaria rapidez de reflejos que le permite alcanzar una gran longevidad pese a lo ajetreado de su existencia. Por lo que se refiere a Avechuchus Malignus, es de carácter indolente y caprichoso. Suele estar cerca de Videns Daltónicus, mordiendo con furor a los enemigos de éste, pues su pico está dotado de afilados dientes que dejan en sus víctimas señales indelebles que los demás animales consideran vergonzosas. Muchos ecologistas sostienen que sin el Correcaminos el ecosistema literario se extinguiría por falta de instinto regenerativo en sus habitantes.