Ave del paraíso (Belladona Simplicissima) 1/12/2003


Esta ave de la familia del avestruz, aunque más baja y compacta, es sin discusión la más bella del planeta literario, con las ígneas plumas de su cola, su cuerpo esmeralda y sus ojos violeta de candorosa mirada. A pesar de ello, lo que más valora de sí misma es su insípido canto, lo que la mueve a intentar intervenir en todas las reuniones pajariles, donde su apabullante presencia es rechazada a causa de su suprema ingenuidad pues, no contemplándose jamás a sí misma, no es consciente del devastador efecto de su belleza, que se ve así multiplicado, produciendo la desbandada de las demás aves, que se retiran a sus nidos con la digna actitud de quien esquiva a una meretriz en su camino. Esta conducta, en vez de un rechazo, produce en Belladona Simplicissima una enfermiza necesidad de afecto que la lleva a incordiar a sus semejantes con sus continuas solicitudes de amor y compañía, las cuales dan lugar a lamentables episodios de engaño y abuso por parte de estas últimas, hasta que finalmente, no pudiendo evitar una incómoda sensación de culpabilidad y, absolutamente hartos de su cándida compañía, deciden su expulsión del bosque, para lo cual se ha observado que llegan a colocar granos y migas en las jaulas de los cazadores, empujando a la víctima para que entre en ellas y cerrando ellas mismas la puerta con su pico.