Lo que no somos



III

No puedo prescindir de la televisión
porque estoy solo,
no puedo prescindir del ruido
porque no me oigo a mi mismo,
no puedo prescindir de lo que no soy
porque no sé lo que soy.
Los remolinos de otoño
se llevan las hojas prendidas de su cintura
a conocer los únicos lugares que yo desearía conocer,
a bailar con quien únicamente querría bailar.
Si fuera viento u hoja
sería también mi propia melodía.
Si no tuviera que inventar el mundo
tal vez me reconocería en él